Sugerencia: Solo entra a este blog si tienes una mente abierta a nuevas ideas. Mi retorcida forma de pensar no se hace responsable de los posibles trastornos que ésta pueda ocasionar.
Si quieren lograr el ambiente aproximado de la historia, carguen la canción y escúchenla mientras leen.
Louie era simple, pero perfecto. El único que hasta
entonces había entendido lo que realmente sentía por ella.
Ella.
No tenía razones para dejar de creer. Sólo él era capaz de
llevarme a ese abismal paraíso donde ella reinaba. Ese lugar, nuestro lugar.
Su voz era la más dulce que había escuchado hasta entonces.
Mi violín y su voz eran uno.
Él era el violín; el
violín era Louie. Mis compañeros en la soledad, mis dos almas gemelas, mis armas
para enfrentar la oscuridad.
El perfecto diamante de cuatro aristas.
Tal vez no éramos iguales, es más, nuestros cuerpos eran muy
diferentes. Él era luz, yo oscuridad. Él era la nieve pura de invierno, yo la
tempestad encarnada.
La soledad, el desamparo, la maldad, la necesidad; sobre
todo el amor por ella. La unificación de esos factores nos unían, nos volvían
una sola… ¿persona?
Las noches pasaban, nuestros cuerpos se debilitaban, pero
nada nos impedía dejar de amarla. Podíamos pasar horas interpretando las
hermosas y lóbregas líneas y melodías que se cruzaban por nuestra imaginación.
Teníamos que encontrarla, teníamos que contentarla. Todo se
había convertido en una especie de ritual, en un sacrificio que hacíamos por el
apasionado amor que sentíamos por ella.
Tal vez no había un escape, quizás porque no lo necesitábamos.
Era como si nuestra existencia estuviera dedicada pura y exclusivamente a ella,
hasta el final, sin importar de qué forma se manifestara. Nuestros cuerpos
estaban destinados a morir por ella. La amábamos, la idolatrábamos; era nuestra
fuente de vitalidad, la energía que nos mantenía aferrados a nuestras
solitarias almas.
No, ni siquiera la muerte nos separaría de ella. El
romántico deceso era sólo una forma de mantener la inmortalidad de su nombre,
de su amor. Seguiríamos interpretando nuestro sacrificio incluso en la tumba. Nuestros cuerpos
descansarían, se descompondrían, no así nuestras almas continuamente excitadas
por su amor.
Quizás por esa razón ni siquiera el húmedo y putrefacto olor
a tierra nos molesta; tampoco la caja que nos encierra. Nuestra esencia sigue
animada, ofreciendo el continuo sacrificio que demanda nuestro inocente amor.
Por siempre en la eternidad, en las abismales paredes que
nos encierran, en las lúgubres nubes que nos envuelven. Ella, nuestra amada e
inmortal justiciera, nuestro refugio.
Mis capacidades me vuelven inmune al dolor. Al menos ahora estoy segura de eso. Caminé por el oscuro sendero que alguna vez me llevó a cometer el delito. Llegué, miré la pared. Aún tenía las manchas de aquel día, manchas bordó y alineadas en una fila de gotas en el muro de tapices blancos. Estaba sorprendida de que no me afectara. Parada, en la oscuridad, frente a la escena de lo que alguna vez hice, de lo que no me arrepiento. Aún recuerdo tu rostro. Pálido, delgado y hermoso. Ese rostro del que alguna vez fui presa. Estabas triste, lo notaba en tu mirada. Me pedías perdón, llorabas para que no lo hiciera. Pero el dolor y la sed de venganza rebasaban cualquier límite. No podía hacer nada cariño, era mi deber. Todo había pasado ante mis ojos, jugaste sucio y burlaste mi confianza. Tus ojos se posaban lascivamente sobre su cuerpo, tus manos recorrían cada parte de él, eras presa de su mugrosa boca. Todo mientras yo los miraba detrás de la gran puerta, reteniendo mi odio y tragando mi furia. Me descontrolé, lo acepto. No podía contener lo que tenía dentro. Era demasiado, tenías que entenderlo. Una de las únicas personas a las que le había brindado mi confianza, y sólo la ignoraste. No recuerdo demasiado bien lo que pasó por mi mente al entrar. Mi memoria se limita a los hechos que sucedieron después de clavar fríamente el cuchillo de cocina en el vientre de tu amante. Gritó como un condenado gato, hasta por un momento me dio pena. Pero seguí, no me detuve al percibir su sufrimiento. Tu estabas congelado, no emitías sonido alguno, no te movías, sólo eras un espectador del escalofriante espectáculo que tu engaño produjo. La pequeña quedó tendida en la cama, agonizante, esperando a que la muerte se apiadara de ella y acabara con su sufrimiento. Seguías tu. Tus ojos no podían mantenerse fijos en un punto. Mirabas el arma, mirabas a tu compañera de aventuras, me mirabas a mi. El temor irradiaba de tu cuerpo, temblabas y sudabas como el cerdo en el que te habías convertido. Lentamente inserté el filo del cuchillo en tu vientre, lo levanté hasta que pude sentir tu esternón con la fría hoja. Escapaste, pero tus heridas eran demasiado profundas. Tu huida no fue muy larga, llegaste hasta el comedor, caíste y te arrastraste hasta la pared para sostenerte. Ésta pared. Mi vestido estaba cubierto de sangre, mis cabellos me tapaban completamente el rostro, mi aspecto era digno de tus peores pesadillas. Me acerqué lentamente, sólo me mirabas esperando misericordia. No amor, ese no es mi estilo. Sujeté tu pelo, tu desnudo cuello quedó al descubierto. Mi lengua recurrió toda su extensión, y sin aviso previo el filo destrozó tu yugular causando una espectacular y mortal hemorragia. Tu cuerpo se estremecía violentamente, convulsionaba tratando de dar su último aliento, hasta que no quedó rastro de la vida que alguna vez lo habitó. Tus ojos se voltearon, pude ver claramente la blancura en las cuencas. Quedaste allí, tan débil, tan indefenso. Tendido en tu propio comedor. Asesinado por tu propia esposa. Besé tu frente y me marché. En la calle la policía rodeaba todo el edificio, imaginé que algún vecino se habría molestado por semejante chillido que tu acompañante emitió. No me resistí a la detención, mis nervios se habían calmado y la paz reinaba en mi cuerpo. Me condenaron a cadena perpetua. En el juicio tu madre lloraba y tu pequeño hermano me miraba con terror. Pasaron los años, no tuve mucho problema para acostumbrarme. Pero llega un momento en el que todo se vuelve repetitivo y un tanto aburrido. Debo decirte que la seguridad de la prisión es patética. Sólo pasé por aquí a visitarte, sé que alguna parte de tí quedó en este lugar. Sé que, en donde quiera que estés, te arrepientes de lo que me hiciste y sigues pidiéndome perdón. ¿Sabes qué cariño? Te perdono; pero no vuelvas a hacerlo. O me veré obligada a perseguirte por la eternidad en las candentes profundidades del infierno, y estoy segura que tu no quieres eso. ¿Verdad querido?.
sábado, 15 de septiembre de 2012
Paciencia mis enfermos lectores, pronto estaré subiendo la próxima fan fiction (Si no se me da por publicar un relato antes). Los estudios me tuvieron ocupada, pero volveré queridos, volveré. Esto de estudiar para medicina y tener un blog de lectura no es algo muy común, así que hago lo posible. Sé muy bien que no he publicado nada durante casi dos meses, pero como dije, lo haré muy pronto. Ténganme un poco de paciencia.
La continuación de la Vampire Story.
Esta vez la información fue tomada de D International Fanclub, traducido del japonés por Natalia @Suudono y al español por mi.
Disfruten de la historia!
Un poco más sobre los personajes:
Acerca de los Vampiros: Dreizehn, Rosalie y los cuatro caballeros: Kircheis, Carbuncle, Rafaga y Wilderness.
Acerca de los llamados "Dunpeal" o "Dhampir": Justice y Blanche
Dreizehn Schwarzschild
El decimotercer rey y emperador de las tinieblas, también conocido como “Black Shield” (Escudo negro). Su apariencia se asemeja a la luna. Para proteger a su pueblo, él bebe la "Posión de inmortalidad", convirtiéndose a si mismo en el primer vampiro. Dreizhen controla a "Watarikuni" (su reino) por un largo tiempo. Es respetado por su pueblo, siendo justo, pero dentro de su corazón existe un gran dolor. Mientras sufre por su sangre maldita y se emprende en la búsqueda de un consuelo divino, se encuentra con la humana Rosalie, quién luego se convierte en su esposa.
♫ Canciones relacionadas: Face; Sleeping beautiful beast; Tsukiyo no Renka; Bloodberry; Mayutsuki no Hitsugi; Taiyou wo Okuru Hi; Vampire Missa; Der König Der Dunkelheit; Die letzte nacht; Schwarzschild; Snow white ♫
Rosalie
Sus padres fueron asesinados por un vampiro cruel y su casa fue quemada. Trabajó como sirvienta en el castillo de Dreizehn enamorándose de él. Ella es el sol en la vida del rey. Después de superar muchas adversidades, se entrega a Dreizehn y queda embarazada de Justice. Muere con el nacimiento de su hijo."Muku Naru Bara no Inori", tiene como imagen una rosa blanca. Esta canción fue hecha con el concepto acerca de los recuerdos de Rosalie. Su verdadero nombre es Rosen Strauss ("Ramo de rosas" en alemán).
♫ Canciones relacionadas: Tsukiyo no Renka → Bloodyberry → Mayutsuki no Hitsugi → Mukunaru Bara no Inori ♫
Justice
También conocido como "White Wolf" (Lobo Blanco). Él es un Dhampir (Medio Vampiro). Su apariencia es muy similar a Dreizehn.
Separado de sus padres al nacer, fue criado como un "Wolf-Boy" (Chico lobo) por su padre adoptivo después de ser ofrecido por Dreizehn a cambio de una alianza con ese pueblo. Se da cuenta de que es diferente a los demás seres humanos. Sintiéndose solo, conoce a Blanche. Dreizehn es calcinado por el sol (como se relata en Vampire Missa) y dominado por el
Rey de la Oscuridad, saca a Blanche de los brazos de Justice. White Wolf hace despertar sus poderes de vampiro (que nunca perdió) *.
Justice, ahora como vampiro, atraviesa la oscuridad para rescatar a Blanche.Quartet~ es la canción que habla sobre la reunión entre Justice y los cuatro caballeros.
♫ Canciones relacionadas: Sleeper; Lapis Lazuli; I never lose*; What is going on with the human; Graveless; Dangan; Hanamadoi; Nocturnal; Ibara no Kanmuri; Snow White; Toki no Koe; In the name of justice; Nightly Knights; Quartet; Underground Road ♫
Blanche
El amor de Justice. Ella realmente ama a ese hombre sin siquiera saber que no era un humano común. Blanche es mordida por el Rey de las Tinieblas y cae en la desesperación al saber que se estaba convirtiendo en un vampiro. Ella mantiene la esperanza de que algún día Justice volverá a verla. "Arabesque", fue escrito con el concepto de un cisne capturado, al igual que Blanche en esta situación.
♫ Canciones relacionadas: I never lose*; Arabesque; What is going on with the human ♫
PAUSEN LA LISTA DEL GADGET Y REPRODUZCAN LAS CANCIONES QUE ESTAN EN LA FIC MIENTRAS LEEN, ES UNA ORDEN.
-Es tarde, ¿qué piensas hacer
hoy?-La pregunta de mi compañero me despertó del semi transe en el que estaba a
causa de los problemas que se me presentarían esa noche.
-Nada, estoy exausta, quiero
ir a dormir.
Conducí a casa con la cabeza
llena de expectativas, no sabía lo que me esperaba, pero era muy consciente de
lo que podía sucederme.
Llegué a mi departamento y
ahí estaba. Sentado en el sofá, observándome.
-¿Estas son horas de llegar a
casa?
-¿Qué haces aquí? Se supone
que llegarías más tarde.
-La emoción me desbordaba, no
podía esperar mucho más- El sarcasmo se mezclaba con las dulces notas de su
peculiar voz.
El departamento estaba más
oscuro de lo habitual y sus largos ropajes impedían que viera su figura en detalle.
-¿No fue suficiente la última
vez?
-No. Deberías pensar en
mejores formas para destruír corazones, ser más creativa.
-La creatividad queda
obstruída cuando en lo único que piensas en en el súbito fin.
-Súbito? Parte de tu alma ya
es de mi patrimonio, estas condenada. Este final no es súbito, por lo menos no
desde el trato.
-Maldeciré hasta la muerte
ese inútil trato.
-¿Inútil dices? Sin él serías
insignificante, una nada. Yo te di la vida que tanto ansiabas.
-Pero si no lo hubiese
tomado, no estaría de esta forma. Esperando un inminente final, vacía,
asustada.
-Te equivocas querida dama.
-No, no me equivoco, no
quiero seguir con esto.
-Deja de hablar tonterías,
vendiste tu alma y hoy es el día para rendir cuentas.
-Todavía tengo parte de mi
alma en mi poder, tengo derecho a negarme, a cambiar.
-¡HUMANOS! Siempre
sobrevalorando su alma, como si eso los llevara a algún lado.- Se levantó del sofá
y caminó hacia la vitrina moviendo las caderas en un ademán seductor. Sus ojos
se quedaron contemplando un pequeño adorno de cristal.
-Todavía tengo la oportunidad
de cambiar las cosas- Dije resignada, pero con valor.
-No, no la tienes.
Renunciaste a la salvación tras haber firmado el contrato. El pacto ya está
marcado, no hay vuelta atrás.
-Ten el claro que aún no soy
de tu exclusiva propiedad.
Se retiró de la vitrina y
caminó hacia mí con su natural elegancia.
-No seas rebelde, mi pequeña
mascota, te arrepentirás algún día.
-¿Mascota? ¿Sólo eso? ¿Una
mascota?
-Eres humana, eres débil, frágil y hermosa. Tienes todas las cualidades
para ser mi mascota preferida.
Levantó mi mentón y sus
largos dedos acariciaron mi rostro. Un escalofrío recorrió mi espalda.
Me rendí ante él, no podía
contradecirlo, tendría que pagar las consecuencias de mi error.
-No soy la mascota de nadie,
¿Por qué tienes que cargarme con la agonía de mis pecados?
-Es mi trabajo, sólo hago lo
que me dice mi amo, tomo lo que quiero y regreso a casa satisfecho.
-Todo parece muy fácil para
ti.
-Todo es fácil, excepto para
los humanos, ustedes acomplejan las situaciones cada vez más. Sufren, gritan,
pero no buscan soluciones, ese es su problema.
Pude ver su sonrisa llena de maldad y los
dientes relucientes que la acompañaban.
-Ven, sígueme, tenemos que irnos- Dijo manteniendo la
sonrisa en el rostro.
Avanzó por el oscuro pasillo con su seductora elegancia,
lo seguí resignada, no tenía opción.
Tzusuki era alto,
delgado y poseía una gracia inigualable. Sus rasgos eran finos, incluso más que
los de una mujer. El día en el que se me presentó, no pude evitar sentirme
atraída hacia él. Era el ser que me llevaría al infierno, aún así lo admiraba.
Estaba hundida en mis pensamientos, no podía quitarme de
la cabeza mis errores. Tenía todo lo que alguna vez habría deseado, pero a un
precio muy alto.
-El camino es escabroso, pero tendrás que seguirme el
ritmo, quiero llegar al Vaulderie lo más antes posible.
No pronuncié palabra alguna. De repente me di cuenta que
caminábamos por un frondoso bosque, la niebla envolvía los árboles y el
silencio se disipaba dejando lugar a las misteriosas voces del bosque.
A pesar de la bruma, la luz de la luna era lo
suficientemente poderosa como para alumbrar el camino, las piedras bajo mis
pies hacían que mi caminar fuese torpe. La elegancia de Tsuzuki era
ininterrumpida, en ningún momento parecía que sus pies tocaban las piedras.
Seguimos camino hasta una enorme mansión, parecía
antigua, pero estaba conservada en su totalidad.
-¿Qué es esto?
-Es mi humilde y reconfortante morada, no tienes que saber
nada más aparte de eso.
-¿Cuántos años llevas aquí?
-Desde 1802, Ahora entra, necesitas descansar.
Abrió la puerta y me dejó pasar. El enorme recinto me
recordaba a las iglesias antiguas, tenía la misma decoración renacentista
clásica de los edificios religiosos.
-Toma asiento, descansa, tenemos mucho camino por
delante.
Me senté en una de las bancas del enorme salón principal,
mis ojos inquisitivos no dejaban de analizar cada detalle. Mi distracción cesó
y mi mirada se centró en él cuando dejó caer su túnica y pude ver claramente
las facciones de su torso, delgado pero firme, suavemente marcado. Sólo llevaba
una especie de pantalón largo y ceñido que cubría sus largas piernas. Se
dirigió a la enorme tabla que ocupaba gran parte del salón.
Él me observaba detenidamente sentado en la mesa, en una
posición desafiante y autoritaria.
El silencio pronto se volvió incómodo.
-Y como van los preparativos en el Sabbat?- Pregunté para
romper el tajante ambiente que nos rodeaba.
-Fueron arruinados por uno de tu especie. Los humanos son
estúpidos, quieren ser los protagonistas en todo. Pero creo que tú podrías ser
de gran ayuda en los Ignoblis Ritae que se avecinan.
-No, aún no
estoy lista para unirme al clan. Busquen a otro.
-No quiero a otro humano, te quiero a ti. Tienes un
potencial especial para eso, y si rechazas la oferta estarías enviando tu vida
al Gehenna de inmediato.
-¿Eso no era lo que pretendías?-Estaba sorprendida, todo
éste tiempo creí que lo único que él quería era sacrificar mi cuerpo frente a
su amo y quedarse con mi alma para su colección personal.
-No, por lo menos no ahora.
Se levantó y caminó hacia mí, se apoyó en sus rodillas y
su rostro quedó a pocos centímetros del mío.
Podía sentir su embriagante aliento en mi cara, pero la
luz no era suficiente como para ver su perfecto rostro.
-Entonces si tengo otra oportunidad, cierto?
-No, mi preciada mascota, simplemente me pertenecerías y
yo podría insertarte en el Sabbat sin problemas - Detestaba el tono despectivo
que usaba para referirse a mí como su mascota, pero si tenía una oportunidad,
no la dejaría pasar por un capricho- Mi manada te recibirá con los brazos
abiertos si así lo preciso. Mi Regente no tendrá problemas en aprobar tu
entrada con mi influencia bendiciéndote.
-Entonces es un trato.
-Eso es querida, comienzas a ser más dócil.
-No soy dócil, sólo quiero conservarme íntegra.
-Ya lo veremos.
Evité su mirada y me levanté del banco, caminé hacia las
escaleras y contemplé el magnífico paisaje nocturno que se veía tras una gran
ventana. Comencé a extrañar los días de campo con mi familia, las salidas con
amigos, y las miles de cosas que perdí tras haber firmado el pacto que me
llevaría al fin.
Mis pensamientos fueron interrumpidos por la sensación de
unos largos brazos envolviéndome y los fríos dedos que recorrían mi vientre
bajo la camisa causando en mí un escalofrío estremecedor.
-Pronto aprenderás pequeña, yo puedo enseñarte todo lo
necesario para que tu alma no sea llevada al Gehenna, sólo confía en mí- Su
rostro se enterraba en mi cabello y su ardiente lengua recorría mi cuello por
encima del pliegue de mi camisa.
-Entiendes que te quiero sólo para mi, cierto? Ningún
otro Prisci o Cardenal puede poseerte sin mi autorización. Sólo tienes que
aceptarme como tu maestro.
Recordé la primera vez que estuve ante su presencia, mis
brazos sangraban estrepitosamente mientras sus manos sellaban el pacto de
sangre sobre el papel.
Fue ese día cuando me explicó la organización del Sabbat.
Si bien era una secta carente de orden alguno, tenían que respetar ciertas
reglas que les imponía El Código de Milán.
La comunidad estaba al mando de referentes con cargos jerárquicos
de distinto nivel eclesiástico
Tsuzuki era un Prisci, uno de los cargos más altos de la
secta. Él sólo era controlado por una Regente, la líder absoluta de la comunidad,
a quién tenía que entregarle un humano en sacrificio por cada periodo de Vaulderie.
Él a su vez estaba
al mando de varias manadas en las que se encontraban vampiros orgullosos de su
naturaleza y humanos sanguinarios en busca de protagonismo en la escena. Pocos
demonios lideraban la secta, él era parte de esa minoría, pero poseía la
autoridad que un simple vampiro no podía tener por más poderoso que fuera.
Sus miembros tenían libertad absoluta de hacer lo que les
plazca, pero tenían que estar presentes en todos los ritos que se hacían en las
manadas. Su lealtad estaba sellada por el Vinculum, que los unía de sangre a su
secta.
Si quería mantenerme con vida, tendría que aceptar ese
pacto, otro pacto.
-Si te acepto. ¿Qué es lo que me espera?
-Una vida incluso mejor que la que tienes.
-Pero si te pertenezco, mis derechos sobre mi cuerpo y mi
vida estarán denegados, cierto?
-No del todo, si eres una niña buena, olvidas tus
caprichos y te acomodas a mi rutina; tendrás la libertad de cualquier acólito
perteneciente al clan, claro que bajo las restricciones de cualquier aprendiz.
-Lo pensaré.
-No tienes que pensar en nada- Sus manos subieron por mi
cuerpo y la incomodidad comenzó a hacerse notar- La decisión ya fue tomada, o
no?
-No aún- Mi respiración era entrecortada, el contacto con
su gélida piel era insoportable.
Él disfrutaba mi sufrimiento, y cada vez la situación empeoraba
un poco más.
-Debes corresponder a mi afecto, es de mala educación
estar tan temerosa ante una situación así- El sarcasmo de sus palabras me
molestaban, pero prefería ignorarlas, olvidarlas y destruirlas en mi subconsciente.
Si bien lo deseaba, temía quedar en falta por una simple
ilusión.
-¿Por qué juegas con mis oscuros sentimientos? ¿Acaso no
sabes que detrás de este monstruoso semblante se esconde un ser solitario en
busca de cariño?- Eso me sorprendió, no sabía si lo decía sólo para intensificar
mis deseos o si esa nota de sinceridad era mayor de lo que pensaba.
-¿Y por qué tu me cargas con la agonía de mis pecados?
-Jasmine, no te cargo con esa agonía, sólo quiero alivianarla-
Ahora sus palabras salían de su boca con una sinceridad bastante peculiar.
-No quiero que tus palabras sigan confundiéndome, sólo me
entregas una mentira tras otra, lo sé- No podía contener mis lágrimas, el enojo
me desbordaba.
Al notar esto me Giró bruscamente y pronto estuve frente
a frente con él.
-¿Por qué no entiendes que quiero ayudarte? Si sigues
llorando no conseguirás nada, tienes que ser fuerte para pertenecer al clan.
-Si quisieras ayudarme no me torturarías de esta forma.
-Piensas que quiero torturarte? –Su rostro quedó a
centímetros del mío y su embriagante
aliento se fundía con el calor que irradiaba mi piel.
No pude pronunciar palabra alguna, mi cabeza era un
caótico desorden de sentimientos.
Sus labios tocaron suavemente mi boca, otro escalofrío
recorrió mi cuerpo. Sus brazos
envolvieron mi cintura y me estrechó contra su delgado cuerpo. No quería caer
en sus juegos, pero la simple idea de abandonar el momento me aterraba. Ahora
estaba en contra de mi propio razonamiento.
Muy pronto sucumbí ante su truco, mis labios le siguieron
el juego.
-Todo el mundo tiene un par de entidades opuestas en su
interior, ¿No es así?
Sorprendido ante mi ocurrencia acarició mi cabello y le dio
un suave tirón.
-Estás entendiendo, mi pequeña mascota- Un estrepitoso
beso estalló en mis labios otra vez. Ya no había vuelta atrás, tampoco
pretendía parar. Un pecado más en mi vida no cambiaría mi destino.
Entramos a la habitación, encendió las velas y al fin
pude ver claramente lo que me rodeaba.
Los Ankh decoraban todo lo que estaba a simple vista, cada detalle tenía
un símbolo Sabbat.
También pude ver lo que mis débiles ojos humanos no
podían apreciar en la oscuridad anterior. Él estaba ahí, en todo su esplendor,
la primera vez que podía verlo sin la capa que lo cubría permanentemente. Su
delgado cuerpo avanzó con elegancia seductora hacia mí, me rodeó con sus brazos
y comenzó a jugar con el cabello que caía por mi espalda.
“Mezclamos los
colores dejando que el negro se vuelva rojo.
Uno de nosotros,
aunque pecador, había sido perdonado.
El otro,
crucificado como un santo;
Y no hubo quién le
prestara atención
Sobre quién tenía
la razón y quién errado estaba.
Dos formas de vida,
cada una sepultada.
Tu eres mi Dios y
yo tu Nietzsche.
¿Dónde está quién
realmente me amó?”
Cada roce con su piel me parecía insoportablemente
placentero, podía sentir el pulso muerto que corría por su cuello. Sus ojos,
esos que alguna vez sólo mostraban dureza y autoridad, se mostraban cariñosos y
dulces ante los míos. Podía acariciar su frágil rostro sin restricción alguna.
Su abdomen plano parecía tallado por un artista, su piel
resplandecía con la luz de la noche y sus labios emanaban el licor que los míos
deseaban.
“Al principio pensé
que tú y yo, éramos incompatibles,
Que no podríamos
vivir en paz dentro de una sola mente.
Ahora comprendo
que, lamentablemente no existen las sombras sin luz.
No eres nada sin
mí, como yo no soy nada sin ti.
Soy débil, eres tú
quién debe decidir…
No hay vuelta atrás
para nosotros,
Tu podrás ir al
cielo, pero yo iré al infierno”
Si esto era una mentira, no quería que me lo revelara. La
opacidad de mi vida se había vuelto luminosa gracias a él.
No me arrepentía del trato, él podía ser mi maestro y yo,
como fiel sierva, no mostraría oposición.
“Ruega, y tus
súplicas seguirán siendo ignoradas.
Tu dios está
muerto, al igual que tú, Nietzsche.
Yo soy quién te
negó, en el nombre del mal…”
Al día siguiente seguiríamos camino hacia el Valudiere,
en el cuál se suponía que mi vida sería entregada a la Regente.
-Sólo quédate junto a mí, todo el tiempo. Entendido? No
podrán hacerte daño si no te alejas.- Dijo mientras su mirada perdida en el
bosque reflejaba algún tipo de preocupación.
-Sí, así lo haré- Asentí con la cabeza, no tenía nada más
para hacer.
-Si alguien te pregunta algo, no lo mires directamente a
los ojos. Sólo baja la vista, y di claramente que estas bajo mi tutela.
Se volvió para verme y mi preocupado aspecto lleno de
angustia y miedo lo llevó a acercarse y besarme dulcemente la frente.
-No tengas miedo, no te harán daño. No seas una niña
caprichosa, hazme caso y no te pasará nada- Acarició mi rostro, levantó mi
mentón con un dedo y delicadamente besó mis labios.
-Dame una razón para que no esté aterrada.
-Estarás conmigo.
-Dame una buena razón.
-No seas incoherente, estar conmigo es una gran razón
para estar tranquila- Sonrió y tomó mi mano en señal de afecto.
Consiguió rápidamente mantener mi calma. No era fácil
tranquilizarme, por lo menos no que yo recordara, pero él lo lograba con suma
facilidad y paciencia.
Llegamos al Valudiere antes de lo previsto, los Ignoblis
Ritae de la manada de Tsuzuki
estaban a punto de comenzar.
Pude ver la
curiosidad que sus rostros reflejaban al verme pasar junto a su amo. Una
humana, un alma vendida y preparada para ir directamente al Gehenna.
Todos eran
altos, casi como Tsuzuki, y todos llevaban esa característica túnica que cubría
casi la totalidad de su cuerpo.
Los acólitos se
separaban y formaban un camino para nuestro pasaje. El rostro de Tsuzuki se
mostraba serio, frío y lleno de autoridad.
Entramos en un
edificio gigantesco en el cuál había miles de vampiros observándome con lascivia.
Mis temores se incrementaron al ver a la Lasombra Regente.
Era una mujer
extremadamente bella, sus azules ojos centellaban bajo la tenue luz de un
candelabro. Estaba vestida con la típica capa, pero poseía en ella un tocado de
plumas negras adornadas con pequeños detalles dorados.
Bajé mi cabeza e hice una reverencia.
-Tsuzuki, mi dulce aliado. ¿Qué me traes en esta
oportunidad? Parece una niña muy apetitosa.
-Su nombre es Jasmine, debe ser entrenada pero puede
pertenecer al clan sin ningún problema, sólo le falta completar el Vinculum y
estará predispuesta a aprender.
-Pero querido, eso es imposible. Hemos modificado el
código, ningún humano puede ser entrenado por un Demonio, la tendrás que poner
a cargo de un vampiro si pretendes conservarla.
-Sé que el código es inviolable, pero una pequeña
excepción no sería problema. O si?
No podría dejarla con otro acólito, ella es muy preciada para mí.
-No podemos hacer nada. ¿Eres uno de los más fieles al
Código y ahora quieres mantener a una simple humana en el clan? ¿Acaso estás
enamorado o algo por el estilo?
-No, sólo quiero tenerla de asistente por un tiempo. Como con la princesa Mya, pero trataría de adentrarla al clan antes de servirla como sacrificio.
-Mi querido Tsuzuku, los humanos son alimañas. No sirven de mascotas y mucho menos como sirvientes. Los acólitos no-vampiros son abusados e incluso eliminados por los miembros del clan, son un juguete y lo sabes bien. Si quieres tener a esta niña contigo y hacerte cargo de todos los errores que cometa, está bien, pero estarías violando el Código y tu orden jerárquico te sería usurpado.
-No, de ninguna manera. Está bien, envíenla al Valudiere.
El código no puede ser violado, me arrepentí de esto.
Sentí un golpe en el estómago. De alguna forma lo sabía,
pero aceptar la traición era duro y me lastimaba la idea de que sólo había sido otro
sacrificio para él. Un juguete.
-¡Llévenla al calabozo! Será el sacrificio de esta noche-
Ordenó la dama a sus acólitos.
Miré por última vez a Tsuzuki, quién sólo observaba la
escena con su semblante frío e imperturbable.
Me llevaron sin mucha atención a mis débiles esfuerzos
por escapar, no les fue difícil dejarme en el calabozo en menos de dos minutos.
Estaba devastada. Sólo me quedaba encomendar mi alma al
pentagrama y dejar que mi sacrificio marchara, esperando el menor sufrimiento
posible.
“Las memorias se
desvanecen, pronto ya no habrá más estrellas.
El significado de
la enfermedad se mezcla con el oscuro silencio.
No quería que tus
palabras me confundieran,
Esbozando una
sonrisa me entregaste una mentira.”
No tenía fuerzas para nada más, sólo esperaba mi fin en
esa húmeda cárcel, ya no anhelaba mi libertad. Estaba rendida.
“Sabbat, ¿Por qué
me guías otra vez hacia las lágrimas más amargas?
¿Por qué parece que
escondes las sombras esta vez?
El Sabbat me engaña”
Perdía la promesa de ese mundo eterno, mis lágrimas
habían sido derramadas por un demonio que sólo me había usado como un juguete
propio de su diversión.
El ritual estaba a punto de comenzar, mis miedos no se
desvanecían, pero estaba preparada…de alguna forma.
Me ataron las manos y fui llevada hacia la corte vampírica
por un acólito.
Me sentaron en una antigua banca, estaba rodeada por esas
sombras cubiertas con túnicas. Mi temor se incrementó al ver que el que estaba
encabezando la ceremonia era el mismo Tsuzuki, quién llevaba consigo una
especie de cuchillo con mango de Ankh.
Estaba aterrorizada y el odio me invadía, el solo hecho
de ver a mi supuesto “maestro” a cargo de mi muerte, me producía un odio que no
podía contener.
La Regente, sentada en su trono, disfrutaba de la
ceremonia como si fuera el mejor de los espectáculos circenses.
Sincronizados, la manada comenzó un canto ritual. El
vello de mi nuca se erizó.
Esas sombras se acercaban más y más, el volumen de su
canto se incrementaba a cada paso. Tsuzuki me miraba con desprecio, con el
cuchillo en sus manos y sin expresión alguna en su rostro.
“Sabbat, ¿Por qué
recibes mi cuerpo?
¿Por qué parece que
recoges sólo la oscuridad de este momento?
Sabbat, ¿Por qué
parece que rasgas el mapa de mi futuro?
¿Por qué ahora
mismo me hieres sin piedad?
Sabbat, me amas”
Sentí la fría daga en mi interior.
Mis ojos se cerraban involuntariamente mientras la última
imagen que percibían eran las sombras envolviéndome….y matándome.
“Únanse a mí,
únanse a mí.
Aproxímense a
degustar mi carne.
Perfórenme, acuchíllenme, rásguenme,
Bébanme y cómanme”
Pude cumplir mi condena.
Mis pecados fueron absueltos, el Gehena saciado y un putrefacto corazón destrozado…
Como la historia nunca fue compilada por nadie, se me ocurrió hacer este pequeño resumen con información de páginas asociadas a D, recopilando entrevistas y acudiendo a los diarios de cada uno de los integrantes.
Los personajes principales de la historia son Dreizehn, el primer
vampiro y su hijo Justice, un medio vampiro nacido de una mujer humana. Además de cuatro vampiros adicionales, que representan el agua, el viento, el fuego y la tierra.
Los vampiros
que se muestran en historia de D son diferentes a los vampiros que se
conocen comúnmente. Se han despertado con el amor y drenados de la
sangre que dejó de correr en sus venas, ya que sólo con sobrevivir a la
sed de sangre y la superación del deseo, se puede llegar al verdadero
amor y a la belleza eterna.
En la historia, Dreizhen es el rey
de los vampiros, pero no siempre fue así. Hace cientos de años Dreizehn
era un ser humano, y se convirtió en el rey decimotercero después de
que su padre fuera asesinado. Sin embargo, su reino fue traicionado y
atacado brutalmente por los países vecinos, y después de un asedio
constante y prolongado, su castillo estaría a punto de caer. Para salvar
a su pueblo y a su reino, Dreizehn bebió "el elixir prohibido de la
inmortalidad", que era un secreto del reino, sin saber que le causaría
cantidades incontables de dolor para siempre.
Luchando con los
cambios en su cuerpo, Dreizehn buscó gente con la que podía confiar,
gente que quisiera unirse a él en la inmortalidad para que lo ayudaran
en la protección del reino. Muchos de ellos fueron elegidos, incluidos
los cuatro caballeros, para convertirse en vampiros, pero no todos ellos
se quedaron con el rey para siempre.
A través de un largo,
largo tiempo, Dreizehn poco a poco comenzó a despreciar su propia
maldad, pero nunca dejó de creer en el bien. Y entonces, un día, un rayo
de esperanza brilló sobre él cuando se encontró con la mujer humana
Rosalie. Ambos muy pronto se enamoraron profundamente, y luego se
casaron. Rosalie quedó embarazada de Justice, un acontecimiento que
generalmente sería alegre, pero al final sólo trajo sufrimiento a
Dreizehn. Rosalie murió con el nacimiento de su hijo y con ella, la pérdida de su
amor y esperanza.
La tristeza profunda Dreizehn hizo llevarlo a disfrutar por última vez la luz del sol, cayendo a pedazos en cenizas.
El bebé, Justice, quedó huérfano, hasta que fue adoptado y criado por
un jefe de los hombres lobo. Como a su padre, dolores profundos y
grandes le esperan a él
Ahora con esta introducción a la historia, podemos proseguir concretamente con el PV de Akaki Hitsuji Ni Yoru Bansankai en dónde por primera vez podemos notar la presencia de Ántrax (Karbunkle), pero esta vez representada por ASAGI. Y la canción del mismo Single Hibiwareta Zakuroishi, que refleja muy bien la historia de los vampiros de fuego.
Ántrax (Karbunkle) es una mujer y más especialmente la sobrina del Rey.
Ántrax se enamoró de Dreizehn (muerto y resucitado), y dejó de alimentarse de sangre. Por esta razón, dejó su reino y
está en camino para cazar vampiros que todavía se alimentan de sangre. Por lo
tanto, se convierte en el vampiro del fuego y se encuentra con Justice. Justice es el hijo de Dreizehn, que hasta ese momento no conocía y del cuál luego se enamora.
Según la vista previa de Danzai no Gunner, Ántrax está bajo la influencia de un científico loco, es cuando Justice acude a salvarla y la escena toma un giro tenebroso al ver que los zombies también son parte del plan. Según el diario del mismo ASAGI, nos dice "Se ha convertido en una historia de vampiros, diviértete!
Las letras eran justo en frente de la computadora, últimamente un 80%
exclusivamente en el baño! (Risas)" Explica un poco el rol de cada
personaje dentro del PV, como el personaje de Tsunehito (Ántrax), el
Doctor, que ayudará a ASAGI (Justice) haciéndose pasar por él. En la
charla reciente de BRAND-X ya se ha mencionado la escena donde ASAGI
toma en brazos a la princesa (Tsunehito), a quien ayuda. Otra escena es
la aparición de muertos vivientes y la interacción con el científico
loco. Resumiendo, declara que este video es una obra maravillosa y que
esperemos por ella. ASAGI dice que aprendió de los otros actores
(zombies y científico loco). Explica que cada canción es continuación de
la otra, por ejemplo, menciona Luminous Flame y Solitude ~Saigo no
tegami~. Él desea que escuchemos con atención cada canción del nuevo
single. "La cosmovisión de la historia de vampiros es ficción, construída entre los miembros de D". El lanzamiento está programado para el próximo 18 de Julio, sólo nos queda esperar a ver que nos tiene preparado este PV.
Ahora sé exactamente quién soy y lo que quiero de mi.
No lo entendiste? ya no estoy a tu disposición.
Desde aquellos tiempos, en los que podía tenerte paciencia infinita, podía seguirte y me tenías a tus servicios. Era tu sierva...eras mi amo.
Aún no puedo creer que haya sido yo quien te esperaba en esa maldita esquina, bañada por el sol y llena de gente. No, ese no era mi lugar. Pero lo hacía por ti... mi ejemplo a seguir. Te esperaba, solo para que me amenazaras y me hicieras todo lo que deseabas en ese momento. Me llevabas contigo a donde fuera para lastimarme. Descaradamente me usabas, abusabas de mi, me tenías a tus pies. Tortura, todo era un tortura realmente placentera. Te pertenecía...y tontamente pensaba que también eras sólo para mi. Mis sentimientos hacia ti eran puros, eran reales, eran humanos...pero no le dabas importancia por más que te los demostrara día a día.
Luego de mucho tiempo me di cuenta que todo era un truco, la realidad me dio un duro golpe. Después de haber jugado con mis sentimientos simplemente te marchaste, sin decir nada al respecto y sin ninguna explicación válida. Estaba claro que ya estabas aburrido de mi y que nada podía hacer para que cambiaras de opinión. Me dejaste sola, con el corazón destruído y un odio incontrolable,pero así aprendí. Aprendí todo de ti, mi gran maestro. Aprendí que podía ser una persona desquiciada, sin ningún límite y sin prejuicios. Que podía ejercer poder sobre las mentes inferiores si así lo quería...y lo más importante, aprendí que para llegar aquí, los sentimientos debían carecer de importancia. Nada ni nadie lo demostraba mejor que tu, eras la imagen de ese ser perfecto.
Desde ese momento mi meta se volvió mucho más clara, me encaminé en tus pasos para superarte y ganar en tu propio juego. Y lo logré.
.
Logré ser como tu, un ser despreciable pero en una versión mejorada y sin errores. Te odio pero aún así te tengo un gran respeto, todos tus pecados reencarnaron en mi. Soy la creación que no esperabas...soy un ser absolutamente superior al que ya no puedes controlar.
Tengo todo lo que tu simplemente soñabas. Lo logré, con sangre, con lágrimas y constantes luchas.
Ahora eres tu quien debería aprender de mi, ya no soy esa persona a la que en este mismo momento vienes a buscar desdesperadamente, mira mis heridas...son las marcas de batalla y tu nombre está grabado en una. Y es tiempo de pagar las deudas.
Ahora quién controla a quién? ahora quién es el que debe sufrir?
Siente el dolor, puedes verlo incluso dentro de mi. Es dulce, algo increíblemente deseable. Estas bajo mi control, veo la sangre emanar de tus brazos, aquellos que creí que me protegerían y que solo fueron las armas que me ofrecieron dolor. Tu cuerpo desnudo se mueve espasmódicamente, tus músculos se contraen al sentir la adrenalina corriendo por tus venas y el miedo te envuelve causando escalofríos cada vez más violentos.
Escucho tus súplicas, tus gritos y el llanto...todo procediente de tu hermosa voz...la himnotizante voz que antes me deleitaba con crueles mentiras.
Vamos Mikael, dime que me amas, ahora dime que soy la única...dime que nada podrá separarnos. Sigue mientiendo, mientras incrusto la filosa daga en tu pálido y delgado cuerpo. Estas indefenso, eres una parte más en mi dulce blasfemia, quiero demostrarte todo lo que has logrado en mi...ese es mi regalo. Me miras en un último esfuerzo de pedirme perdón, te es dificil pronunciar las palabras, pero pronto tus movimientos cesan.
Veo que tu presíón comienza a bajar, tu mirada se vuelve blanquecina y tu último aliento está a punto de partir. Cierro tus párpados, beso tus ojos y te dejo dormir.